domingo, 14 de septiembre de 2008

Querid@s amig@s:

Compartimos con alegría un artículo publicado en AICA (Agencia de Información Católica Argentina), el pasado jueves 11 de septiembre.
Una religiosa recibe el premio a la “Docente del Año”

Buenos Aires, 11
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Set. 08 (AICA) La hermana María Delgado Valero, de las hermanas Cruzadas de la Iglesia, recibió de manos de la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, la distinción conferida a la “Docente del Año” en un acto que se realizó esta mañana en la Casa de Gobierno, en ocasión de celebrarse el Día del Maestro y en el que fueron distinguidos además una veintena de docentes de todo el país.
La religiosa y docente se manifestó feliz por la distinción y al respecto dijo: “no la esperaba. Yo tengo doble vocación: a la vida consagrada y a la docencia y nunca trabajé buscando premios ni reconocimientos sino por amor a la gente de Formosa”. Agregó además que este premio “más que un reconocimiento a la labor educativa de formación permanente de jóvenes y adultos, es un homenaje a tantas mujeres de nuestra provincia quienes, como yo, trabajan por la vida y por la educación”.
Nació el 15 de octubre de 1942 en Mancha Real, provincia de Jaen, Andalucía (España); allí creció en un hogar campesino donde su padre, Manuel Delgado Cruz, se pasaba las jornadas cultivando hortalizas y olivos mientras su madre, Lourdes Valero Ruiz, cuidaba el hogar y de tres hijas mujeres.
Estudió teología y catequesis en Madrid y en 1968 pensaba viajar al África, pero le hablaron de la Argentina y por una cuestión de idioma decidió venir a nuestro país. Llegó a Buenos Aires, luego a Córdoba y finalmente a la ciudad de Bahía Blanca donde trabajó durante cinco años como misionera en una villa miseria, ayudando en la lucha contra el analfabetismo. Se reconoce un ser humano feliz en esta doble función de predicadora de la palabra de Dios y de educadora, al respecto dice: “Esa pasión por la enseñanza me acompañó muy fuerte desde que llegué a Formosa en 1974. Por eso me inscribí en la Escuela Normal ‘República del Paraguay’ y en 1977 ya había egresado como maestra de grado”. Ejerció primero en las colonias rurales, en las escuelas rancho del Nordeste y luego se dedicó a las jóvenes campesinas, a quienes llevó la casa que su congregación tiene en la ciudad.
En la actualidad, administra un comedor al que concurren diariamente 200 personas pobres y dirige una escuela de adultos en la periferia, a unos 10 kilómetros al norte de la ciudad, en barrios habitados por quienes abandonaron el campo por las crisis y los que fueron reubicados en las épocas de las inundaciones; allí concurren 700 personas de entre 14 y 70 años. Al referirse a la situación actual de la educación, subrayó que “los chicos están desorientados, no encuentran su lugar, creo que hay que darles protagonismo. La globalización los daña del mismo modo que los medios que le ofrecen propuestas ‘light’ y con la televisión basura que debería difundir valores”.
Sobre la juventud, sostuvo que “una de las carencias de nuestra época es la falta de ejemplos. Antes nosotros los teníamos a los santos. Ahora carecen de referentes, no tienen en quien fijarse para imitarlos y, para peor, la familia está en riesgo de disolución (...) Los jóvenes son buenos y hay que aprovecharlos porque tienen potencial, tienen arte y capacidad, quieren ser algo y alguien en la vida pero la propuesta neoliberal no les permite crecer, no encuentran su lugar en la historia, no tienen modelos a seguir”.+

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